He leído esta mañana con sorpresa, que Mateo Gil, co-guionista de "Mar Adentro" está escribiendo la adaptación cinematográfica de "Pedro Páramo", una de las pocas novelas que el escritor mexicano Juan Rulfo escribió, hace ya cincuenta años.
"Vine a Comala por que me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo (...)"
Así es como empieza está inquietante historia que al menos a mí, no me dejó de sorprender, y a cada página que leía me iba metiendo cada vez más en Comala y en la vida de sus habitantes. El hijo del cacique Pedro Páramo, viaja hasta Comala para encontrarse con su padre, sin embargo una vez allí se da cuenta que nada es lo que parece y de repente se ve atrapado en un mundo sin vida.
Es una obra que retrata muy bien temas como la búsqueda de la identidad, la injusticia social, la violencia insertada en el espíritu de cada individuo, y como no, la muerte, tema central e hilo conductor de la novela. Y todo ello bajo el contexto de la revolución mexicana.
Espero que Mateo Gil sepa lo que se hace, porque creo que no es una novela fácil de adaptar. Esperaré con ganas el estreno de la película y entonces volver a retomar el tema. Por cierto, recomiendo esta fantástica novela para todos aquellos que todavía no la han leído.
3 comentarios:
Cuando tenía 14 años mi profe de literatura, la inolvidable Sacramento, nos mandó leer Pedro Páramo. Creo que éramos demasiado jóvenes porque en general el libro levantó muy poca expectación en la clase. Por desgracia leo poco, o por lo menos leo mucho menos de lo que debería y me gustaría. Pero afortunadamente veo mucho cine, así que sin duda iré a ver la adaptación de Pedro Páramo, seguramente ahora apreciaré mucho mejor la historia que en la adolescencia.
Hay que tener en cuenta que Mateo Gil dirigió Nadie conoce a nadie, y creo que fue coguionista de Tesis, historias muy diferentes a la de Pedro Páramo, esperemos que sepa adaptarse a un cambio tan radical de registro, y le quede una gran película.
En cualquier caso ya la comentaremos por aquí.
Buen fin de semana!
Ahora que llega el buen tiempo, seguro que encuentras alguna tarde de domingo, sin fútbol de por medio, para pasarlo tumbado en un parque y releyendo a Pedro Páramo.
Hombre las tardes de domingo y fútbol son entretenidas, sin ir más lejos el pasado domingo tuve una, accidentada, pero muy divertida. Y lo de meterse con el árbitro ya ni te cuento, engancha y todo. También es verdad, que lo de sentarse en un parque a leer un buen libro no suena nada pero que nada mal.
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