09 mayo 2008

Las dos fridas


Tengo una amiga que se llama Luisa y vive en Morelia. Para los que no sepan, Morelia es una ciudad mexicana de lo más bonito, un lugar donde sin dudarlo me perdería una buena temporada. Y quién sabe si no lo haga algún día…
Pues como os decía, allí vive Luisa, una tipaza a la conocí hace unos años en Barcelona estudiando en la universidad y desde el principio hubo dos cosas que nos unieron, las casualidades y los gorilas. ¡Sí, sí, casualidades y gorilas!
Estas casualidades, las veíamos como fenómenos a los que en principio no podíamos encontrar una explicación coherente, pero que ahí estaban y nos hacían cagar de la risa. Fuera como fuera, nuestros caminos acababan siempre uniéndose en algún lugar del universo mexicano-catalán, dándole explicación a extrañas situaciones que se iban repitiendo en nuestras vidas.
Y por supuesto, los gorilas, vistos como otro tipo de fenómenos, aunque esta vez verdaderamente paranormales y a los que a pesar de los años seguimos sin poder racionalizar. De ellos seguimos hablando con frecuencia, cómo no, y aunque tratamos de entenderlos, hay algo que nos impide llegar hasta el fondo y desvelar las misteriosas entrañas de su peculiar personalidad.
Cuando vivíamos en Barcelona nos pasábamos tardes enteras hablando de todo un poco. Es de esas personas con las que puedes hablar y hablar, sobretodo de esos misterios de la vida que nos llamaban tanto la atención y entre plática y plática veíamos como a pesar de todo, éramos unas auténticas survivors.
Ahora ella vive en Morelia y yo en Madrid, pero los 9379 km que nos separan no es excusa para que de vez en cuando retomemos esas conversaciones, como hemos hecho hace un rato, entre informe e informe robando unos minutos a mi tediosa vida laboral.
Para ella las cosas han cambiado en estos años, para mí no tanto, que le vamos a hacer, pero aún así hay cosas que nos siguen inter conexionando. A pesar de nuestra aparente estabilidad, seguimos dándole vueltas a temas recurrentes, como el miedo a sentirnos estancadas, nuestra independencia, las ansias de viajar, la búsqueda del amor, o como escribía Milan Kundera, dándole vueltas a la insoportable levedad del ser.
Hace un tiempo, así como quien no quiere la cosa, Luisa se encontró con un maravilloso hurón y se olvidó por fin de los gorilas, de las ostras y de cualquier otro ser animal cuya personalidad solía escapar a nuestra comprensión. Algo que para nosotras era una quimera, ella lo consiguió. La Frida tehuana, la enamorada, la que viste mexicano había triunfado, haciendome ver que por difícil que resulte algún día dejaré de ser la Frida europea, la que tiene el corazón herido y la que sigue luchando con gorilas mal que le pese. Y es que sólo una casualidad podría hacer que yo también me sintiera la Frida tehuana, o no, quién sabe ...

05 mayo 2008

It is time for Lenny's show


Can't get you off my mind (1995)

Hace muchos años cayó en mis manos el cd de un tipo melenudo y algo excéntrico. No sin cierto recelo me puse a escucharlo y lo primero que sonó fué una maravillosa canción llamada It ain´t over till it´s over. Creo que era el año 1991 y yo con mis tiernos 14 añitos no tenía ni idea de que significaba aquella canción, pero me enganchó. Desde entonces, sus canciones me han acompañado en los buenos momentos y sobretodo, en los no tan buenos.

El próximo 8 de Julio, después de 17 años, por fin voy a poder disfrutar de la música de mr. cab driver en vivo!!

Bring it on (It is time for a love revolution 08)

Good morning
Nice to see you
How ya been
The beginning of another lovely day
Oh oh oh oh oh