30 mayo 2006

Indonesia

EFE

Una vez más la madre naturaleza ha arremetido contra los más necesitados y los más castigados. Indonesia, un país que todavía arrastra las consecuencias del Tsunami de diciembre de 2004, ha vuelto a ser víctima de la fuerza incontrolable de un terremoto de 6,2 grados, causando por el momento más de 5000 víctimas mortales y miles de damnificados. A esto se podría sumar la erupción del Monte Merapi, con lo que las consecuencias podrían ser devastadoras.

En el 2004, todos nos sentimos unidos en un acto de generosidad sin medida, donando dinero en favor de las víctimas del tsunami. Como siempre, esto se quedó aquí, y después de un período inicial todo volvió a la normalidad, es decir, para nosotros, porque en el sudeste asiático todavía hay miles de personas viviendo en la más absoluta pobreza. En esta ocasión parece que el impacto social no está siendo de la misma manera. Apenas si se habla de ello más que en los telediarios, pero la gente de la calle parece bastante ajena a este hecho.

No los olvidemos, necesitan SIEMPRE nuestra ayuda, pero ahora más que nunca. Que no sea un acto puntual, ellos van a seguir estando allí y la ayuda ha de seguir llegando incluso con el paso del tiempo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

tuve una novia de orígen indonesio y pasan muchas más cosas de las que nos cuentan en la agenda informativa.
siempre que había algo sobre indonesia en las noticias, me preocupaba por sus familiares me decía que no era para tanto. es uno de los países mas poblados, hay una diferencia inmensa, como en tantos otros sitios de la tierra. la ayuda la necesitan siempre, como bien apuntas, pero tanto se roban ellos mismos como nosotros a ellos...
no creo que nos pongamos de acuerdo sobre quien deja de robar un poco...

Anónimo dijo...

La solidaridad es una fruta de temporada que consumida con asiduidad perderia su caràcter expiatorio, único motivo de su promoción en nuestro mundo, la cloaca abundosa.

Liendre

elena dijo...

¿Entonces que solución hay? ¿no damos porque roban, y roban porque damos?