No hay nada peor que decir una mentira y que te pillen, y eso es lo que me ha pasado esta mañana. He llegado a la estación de tren a las 9 am para tomar un tren a Barcelona, y mientras esperaba la salida me he acercado a una de las cafeterías de la estación a darme el chute diario de café, cuando se me ha arrimado un tipo. Con mi desconfianza habitual, no le he hecho mucho caso y me he limitado a ir contestando a sus preguntas.
Él era joven, bien parecido, extranjero y en viaje de negocios, o sea, alguien potencialmente interesante, pero no sé por qué pero me ha caído un poco pesado. Así que cuando él me ha preguntado que a dónde iba he visto el momento para deshacerme de él :
- Pues me voy a Sevilla - le digo mirando el primer panel informativo que tenía a la vista - y se va ya el tren, mucho gusto en conocerte, ciao ciao !!
Educadamente él se ha despedido de mí y por fin se han separado nuestros caminos ... o eso pensaba yo ....
La casualidad ( o la fatalidad, según se mire) ha hecho que los dos fuéramos a Barcelona, en el mismo tren, en el mismo vagón y en asientos contiguos !!!!!
GLUPS ...
4 comentarios:
eehm, si. Pues nada, me dije: ¿y porque no cambiar el billete en el último momento para Barcelona, no?
--cara de circumstancias-- jajajjajajaj
mentirosa!
Olá Elena!
Por aqui se diz que as mentiras têm perna curta. E é verdade.
Porém, você não é mentirosa. Apenas se esquiva.
Um abraço.
asi que tb enamorada de mexico eh?
quien podria mantenerse indiferente ante sus dualidades?
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