04 septiembre 2008

¿Y qué si fue así?

Escondida bajo las sábanas de aquella cama partida, de aquella habitación indiscreta, de aquel hotel cuya recepción olía a gato, abre los ojos y lo ve, durmiendo a su lado. Luego mira por la ventana y ve como el día ha amanecido sorprendentemente soleado. Se siente bien y nota como el miedo arrastrado por el tren que la trajo hasta allí va desapareciendo poco a poco.



No sabía muy bien lo que le había empujado a ir pero sentía la necesidad de hacerlo. Aunque no tardó mucho en averiguar que era Langre lo que había soñado encontrar durante tanto tiempo, porque allí, al final de aquella estrecha carretera sin salida existe ese lugar donde perderse y darse cuenta que aunque las cosas a veces no salen como una espera, no pasa nada porque pueden seguir siendo igual de especiales.

7 comentarios:

tia cookie's dijo...

Hola Helena, la mayoría nos hemos perdido tantas veces que ya ni nos buscamos...yo es cuando me pierdo que me encuentro.
galletas recien hechas!

elena dijo...

Ya, a mi me pasa que cuando me pierdo me doy cuenta de las cosas ... Me pasaré por tu horno a ver que se cuece de nuevo!!!

Anónimo dijo...

Nenis, que quieres que te diga... estamos por encima de todo eso!

elena dijo...

Gracias puchi ...

Bárbara dijo...

A veces tenemos ganas de perdernos porque no sabemos muy bien los motivos por los que estamos tan perdidas, pero sin más, un día te levantas y vuelves a encontrar lo que querías. Langre es precioso y el mejor sitio para perderte y encontrarte.mil besos

elena dijo...

Entre Langre y Carnota vamos apañadas!!

Bárbara dijo...

jajajajajajaaaaaaaaaaaaa