12 febrero 2007

De un lado para otro

Hace unos meses durante un viaje en tren que hice de Barcelona a Madrid, tuve la oportunidad de charlar con el señor que se sentó a mi lado. Nada más verme me dijo que le recordaba a su hija, quizás por eso o por lo que fuera, me estuvo contando algunas cosas de su vida. No se por qué me he acordado de él, pero si es verdad que guardo en la memoria algunas de las cosas que me explicó. Algo más o menos así …

Me llamo Juan Vicente, salí de Colombia a los 12 años y desde entonces vivo en Chicago. El viaje no fue fácil, menos aún el cambio de cultura, de idioma, de clima… pero con el paso de los años me fui adaptando al “american way of life”, claro que de eso hace ya 40 años y a veces me pregunto como hubiera sido mi vida en Cali.
Crecí, fui a la universidad, me casé con una americana, tuve dos hijos y me instalé en una acomodada clase media. Hace dos años que me jubilé y es ahora cuando aprovecho para viajar y hacer todas aquellas cosas que siempre quise hacer y nunca pude.
Criar a los hijos es una tarea ardua, y en ella se nos fue la vida a mi esposa y a mí. Mi hijo tiene 33 años, es profesor y no tiene ninguna intención de casarse. Mi hija de 31, es una ingeniera informática que dejó su trabajo en una gran multinacional para dar clases y se casó hace un año con un hombre del que ahora se quiere separar. ¿Pero qué les pasa a estos chicos? Uno no se casa por no aceptar nuevas responsabilidades y la otra no aguanta ni un año casada.
Ahora regreso de un viaje de dos semanas por el Mediterráneo, dónde he visitado Madrid, Barcelona y la Costa de Amalfi en Italia, que lindo todo!!, pero ya tengo ganas de volver a casa, demasiados días fuera. A mi lo que realmente me gusta es viajar con mi coche por Estados Unidos.
Me preocupa lo que pasará allí después de la victoria de los demócratas en el senado. No me gusta su política social. Me considero republicano, y aunque no me acaba de convencer el muro que quieren construir en la frontera con México, si creo que será una forma de controlar la inmigración ilegal.
Por un momento me olvido que yo también fui un ilegal, pero entonces las condiciones eran diferentes y Estados Unidos era un país lleno de oportunidades. También ahora, pero aquellos que lo conseguimos hace años damos la espalda a los nuevos buscadores de esperanzas.
¿Qué si he pensado alguna vez regresar a Colombia? Quizás a visitar por unos días pero no a vivir allí. No quiero ser un emigrante retornado, quiero ser un ciudadano que siempre lo tuvo todo.

En ese momento, me lo quedé mirando y pensé que estos nuevos buscadores de esperanzas, como él decía, también hubieran querido tener todo. Y no lo culpo, de hecho hace lo que hacemos todos, aún sin quererlo, mirar por nosotros y olvidarnos de los demás.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como emigrante, mi deseo fue siempre volver. Lo curiosos, es que ahora me quema volver a irme

elena dijo...

Yo he vivido mucho tiempo en el extranjero, y a pesar que siempre deseaba volver, una vez aquí siempre me quería volver a marchar.

Anónimo dijo...

pues estamos igual...