05 abril 2009

Momentos de relajación

Hay días en los que no importa lo que hagas, que no importa incluso si no haces nada. Días en los que despiertas y piensas que en el fondo no estás tan mal como piensas y que todo eso que te hace un poco infeliz muy pronto pasará. Que lo primero que te pasa por la cabeza es hacerte un café, porque no hay nada mejor que el olor a café recién hecho por la mañana y difrutar de cada sorbo agarrando la taza con las dos manos. Que muchas veces no entiendes por qué las cosas van como van, pero sabes que así son. Que inevitablemente somos animales muchas veces irracionales, guiados por impulsos y que aquello que hace que se despierten tus instintos más profundos sigue estando fuera de tu control. Que los años en el fondo no pesan tanto, aprendes a disfrutarlos, porque el paso del tiempo lo que hace es regalarte saber hacer y saber esperar sin desesperar. Y mientras piensas en este montón de cosas a la vez, te relajas, sigues tomando tu taza de café y te acuerdas de aquella canción que hace unas semanas escuchaste en la radio.